02 marzo 2008

Prólogo a las Cantigas, de Alfonso X

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Las Cantigas de Santa María, de Alfonso X, rey de Castilla, son una de esas joyas que nos acercan a nuestro pasado para ayudarnos a entender quiénes somos. No tenemos grandes certezas sobre su composición (¿fue Alfonso el autor de todas, o sólo de algunas? ¿fue una recopilación hecha por un equipo de músicos y poetas capitaneado por Alfonso?) ni sobre su interpretación, pero en cualquier caso son un testimonio que ha pervivido desde el siglo XIII, de enorme belleza y que podemos disfrutar desde varias perspectivas: musical, literaria, histórica, plástica... Un verdadero lujo.

A pesar de su apariencia de obra religiosa, estas más de cuatrocientas obras tienen sus raíces en la lírica trovadoresca. Así nos lo indican la utilización de la lengua vulgar (el galaico-portugués), el más que probable uso de instrumentos en su interpretación y la abundancia de estructuras formales como el virelai o la ballata, e incluso el zéjel, como afirman algunos estudiosos. Así, son una buena muestra de la delgada frontera que separaba lo religioso y lo profano en la Edad Media europea.

Como la música tiene la desventaja con respecto a otras artes que no requieren de intermediarios para su disfrute, (lo cual también puede ser visto como una ventaja: las posibilidades son inmensas), es necesario que los intérpretes la conviertan en sonidos. Y no son pocos los problemas a los que éstos se han de enfrentar cuando tratan de ejecutar obras tan antiguas. La notación aún no es tan precisa como cabría esperar. Y así, nos encontramos que estas partituras que se han conservado y nos saludan desde los albores de nuestra civilización carecen de notación de ritmo, y tampoco tienen indicaciones de tempo o de los instrumentos o voces con que se solían interpretar... una escueta línea melódica sobre la escritura del texto es todo con lo que podemos contar para lanzarnos a su ejecución. Esta es la partitura del prólogo, para que os hagáis una idea.




Hay que ser un verdadero estudioso del asunto para atreverse... A pesar de todo, desde los años 20 del siglo pasado hemos contado con transcripciones a la notación actual elaboradas por musicólogos. En los años 40 y 50, Higinio Anglés intentó descifrar las estructuras rítmicas, estableciendo las versiones que han sido consideradas "oficiales" durante largos años, aunque en la actualidad musicólogos e intérpretes prefieren trabajar con un ritmo más libre o variable. Esto da como fruto las muy diferentes versiones grabadas que podemos escuchar hoy en día de estas obras.

De entre tantas piezas, más de 400, hoy os traigo aquí la primera. Es el prólogo, en el que el rey-trovador pide permiso a su amada Virgen María para ser su trovador. El texto es una hermosa poesía, ingenua y fervorosa, y la música es de una belleza cautivadora en su sencillez. Las imágenes forman parte de varios de los manuscritos que se han conservado, en especial del Códice de El Escorial: son una fuente inagotable para el estudio de la organología (ciencia dedicada al estudio de los instrumentos musicales) de la época. Son muchos los instrumentos que se han podido reconstruir a partir de las preciosas miniaturas que adornan los manuscritos, y también se ha podido estudiar gracias a ellos la vida musical de la época.



El texto y la traducción, así como la grabación, proceden del libro Música 3º ESO de la editorial Alhambra, de Pilar Pascual Mejía. Las imágenes son de la web The Cantigas de Santa Maria, que tiene muchísimos enlaces muy interesantes además de facsímiles e imágenes de muchas de las partituras y de las miniaturas. También me parece muy interesante esta web en la que hay archivos MIDI y transcripciones de casi todas las cantigas.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Marian!, iba a preparar yo una entrada parecida para mis alumnos, pero vi que habías subido a SlideShare esa presentación! Una vez más, te ha quedado fenomenal. No conocía el enlace a The Cantigas... Un saludo!

Toni Solano dijo...

Una joya y todo un regalo para acabar el fin de semana. Gracias.

Marian dijo...

Víctor, si supieras que me has arreglado la clase de mañana con tu Margarita... estoy ahí precisamente, en el lied. Te debo un comentario, que me encantó tu entrada.

Antonio, no sabes cómo me alegro cuando veo que aún hay gente que aprecia estas antiguallas... aunque no me termino de reconciliar con los profes de lengua que he tenido, que jamás me han hecho una sola mención de la parte musical de un buen puñado de obras literarias que he tenido que descubrir mucho después... pero no te voy a reñir a ti, que tú no tienes la culpa ;) Feliz semana.

Jesús Galera Peral dijo...

Gracias por el tan esperado apunte sobre música medieval. Me ha gustado mucho la presentación y la información sobre "La Cantigas de Alfonso X 'El Sabio'". Creo que ya te conte que para un espectáculo anduve buscando música medieval que ambientará las escenas. Descubrí los deiscos de Eduardo Paniagua y tirando de ese hilo los discos de música mozarabe de Luis Delgado (un percusionista excepcional, que según creo tiene un museo muy interesante de instrumentos medievales en un pueblo de Valladolid).También descubrí otras cosas que me gustaría que escucharas, pero no ´se como hacertelas llegar. Las publicaría en mi blog (el patrañuelo) pero me parece que estoy siendo bastante disperso e incumplo una de las reglas de oro para publicar en un blog.
Como buen alumno (y aventajado, eso me lo digo yo, que soy un poco pelota) ahí van las preguntas de rigor: me ha llamado la atención lo que comentas de la dificultad de lectura de la música medieval¿ Eso conllevaría una cierta arbitrariedad a la hora de interpretarla? ¿Podría decirse que nosotros la escuchamos como la escuchaba el público medieval? ¿ese instrumento, creo que es de cuerda(perdón si meto la pata porque soy un pedazo de ignorante), es una zanfona o parecido? Gracias de antemano por las respuestas, un saludo y hasta otra, Jesús.

Marian dijo...

Uf, cuántas cosas... vamos por partes. Sobre lo de hacerme llegar la música, sólo dame nombres... sobre lo de tu blog disperso: es cierto que hay blogs temáticos, pero yo creo que los blogs personales de personas que tienen muchas inquietudes han de ser necesariamente complejos -o dispersos, si así lo prefieres. Yo creo que un blog personal sobre todo tiene que ser reflejo de la persona y servir de disfrute. Sobre la interpretación de la música medieval: tú sabes mejor que nadie lo que es interpretar, y que toda interpretación encierra una cierta "arbitrariedad". Conforme avanza la historia los compositores van siendo más minuciosos en las anotaciones... tan poco a poco que hasta bien entrado el barroco no se escriben muchísimas cosas que ahora nos parecen básicas, como las notas de adorno, el tempo, los matices o la armonía. A veces era porque la música era en gran medida improvisada, a veces también porque los propios compositores intervenían en la ejecución de la obra, y como lo tenían claro tampoco era necesario ser demasiado minucioso... Ahí está la importancia del intérprete, que es capaz de dar vida a un montón de signos escritos. Para interpretar con rigor toda esta música tan antigua son necesarios conocimientos profundos de musicología, y aún así nunca tendremos la certeza de que el sonido es como el de aquellos tiempos. Sé que te gusta mucho la zanfona, y supongo que habrás visto que aparece en una de las miniaturas de las Cantigas, (en la diapositiva 21)... no tengo los instrumentos que aparecen en esta versión y tampoco soy especialista en organología medieval, pero me atrevo a decir que no creo que sea una zanfona porque no se escucha el típico sonido de bordón que caracteriza a este instrumento. Más bien parecen un instrumento de cuerda pulsada (bien puede ser un laúd) y uno de cuerda frotada (una fídula o un rabel). Si alguien con mejor oído y más amplios conocimientos quiere echar una mano, quedaremos agradecidos.

Anónimo dijo...

Hola Marian

Fenomenal recurso para explicar las cantigas y organología medieval. Además es un prólogo sencillo, no como algunas versiones llenas de panderetas y percusión por todos lados. A lo mejor me equivoco y debería ser con pandereta y todo un "ejército" de percusión, pero sigue gustándome más la sencillez. Suponiendo que es un prólogo, la misión debe ser que se escuche claramente la letra, aunque repito que no lo sé a ciencia cierta.

Jesús ha planteado preguntas muy interesantes, pero a la vez muy complejas de contestar concretamente.

Sobre el instrumento que suena, parto en tu dirección. Creo que podría ser un laúd, aunque tengo varias versiones de las Cantigas y éstas se hacen con Ud y Guiterna. El instrumento de cuerda frotada pienso igualmente que puede ser Rabel o Fídula. En fin, siento no poder serviros de ayuda. Esperaremos a alguien entendido en la materia.

Un abrazo.

Marian dijo...

Una pequeña aclaración para no iniciados: Ud y Rabel, guiterna y fídula. Los instrumentos en esta época no están estandarizados como sucede ahora, así que podemos ver especímenes de diferentes tamaños y formas bajo la misma denominación, o distintas denominaciones para el mismo instrumento... lo que sumado a la escasez de instrumentos que han llegado a nuestros días hace que el estudio de la organología medieval sea verdaderamente complicado... José Manuel, luego nos podías poner por ahí alguna de esas versiones más recargadas, que también son bonitas de escuchar... Un abrazo.

Anónimo dijo...

Con todo gusto pondría las versiones "percusivas" que tengo por aquí. Pero no me fío de ponerlo ahora hasta que no domine el colgar música en el blog. Ayuda de nuevo Marian....

Besos

Marian dijo...

¿Has visto como sí sabes, hombre de poca fe? Si esto de internet es de lo más fácil: escribes lo que quieres en google, y ¡yatá! Como digo siempre: yo no sé nada, sólo sé leer...