Amadeus, de Milos Forman
Si hay una película que me ha demostrado lo diferentes que se ven las cosas dependiendo de la edad esa es Amadeus, de Milos Forman. Recuerdo la primera vez que la vi, en su estreno, allá por 1984, que me gustó bastante poco. Es más, llegó a enfadarme. Uno de mis ídolos destrozado de esa manera, uno de los grandes genios de la humanidad retratado como un ser estúpido con una no menos estúpida risita... Aquellas patadas a la Verdadera Historia... El enfado me duró hasta... años más tarde, cuando la vi en la tele, esta vez en versión original. Me sorprendió la diferente perspectiva que descubrí: había leído algo sobre la obra de teatro en la que estaba basada, y la voz verdadera de los actores creo que fue de gran ayuda para mi reconciliación. Y por fin, hace unos años tuve la oportunidad de ver la versión del director en pantalla grande y versión original. Y ahí sí que me encantó. Descubrí un montón de matices, y encontré muy grande la diferencia con la versión comercial estrenada casi 20 años antes. El corte de algunas escenas hacía que la historia no fuera totalmente comprensible... es bastante diferente. Y también había leído más, visto más, vivido más, que también ayuda.
Así que el curso pasado preparé unas actividades para poner la película en clase, aprovechando un interesantísimo curso de cine que hice en el CNICE. Y con lo aprendido en otro curso, esta vez de Html, he puesto las actividades en esta página web, para que las podáis hacer si os gustan. Porque nunca está de más acercarse a Mozart, sea o no el xxx aniversario, y estemos dando o no el Clasicismo en clase de música.
Aplicaciones didácticas sobre la película Amadeus, de Milos Forman.
6 comentarios:
Pues fíjate que la primera vez que yo vi la película fue en Valencia, en los cines ABC. Mis compañeros de piso se iban todos los fines de semana a sus ciudades, a ver a sus novias. Yo, como por aquella época era "free lance", combatía la soledad de los domingos por la tarde metiéndome en el cine. "Amadeus", desde el primer minuto, se situó en una posición avanzada de la lista de mis películas favoritas. Cuando vine a Albacete, dos o tres semanas después, no pude resistir la tentación de volver a verla (fue en el Cine Capitol, si no recuerdo mal), esta vez con mi amiga Carmen. ¡Cómo disfrutamos de la segunda visión!
Hace un par de años, los Reyes Magos me trajeron el DVD, una edición de lujo (2 discos) con un amplísimo reportaje del making off y la versión del director. Lleva razón Marian: gana muchísimo. Sólo hubo una cosa que no me gustó: las tetas de Constanza son bastante feas (en mi imaginación, como en la versión comercial no se veían, eran mucho más bonitas... ¡Que se fastidie Salieri!)
A ver, el comentario puede parecer machista e incluso grosero, pero tiene su por qué.
En una película donde se cuida el detalle hasta el mimo, no creo yo que sea una casualidad poner unas tetas más o menos feas (hay gustos para todos) en el rostro de una mujer bonita. Esta escena, que fue surpimida en la versión comercial, es clave para entender muchas de las secuencias posteriores. Esa mujer vendiendo su honra por amor, ese hombre dispuesto a comprarla para humillar a su admirado y envidiado rival (¡y vengarse de Dios, nada menos!)... Si los pechos fuesen hermosos, Salieri habría cumplido con su deseo de venganza y con su lujuria. Al ser feos, de haberlos poseído habría sido solamente por ver cumplida la humillación... Como, a pesar de su afán, se rinde ante la hermosura de la música que ella le lleva y no puede consumar su plan, Mozart (aun sin saberlo) le gana la partida una vez más. La cara de Salieri en esa escena ya era suficiente para ganar el Óscar.
Bueno, bueno, veo que a los dos nos encanta la película. Pero voy a disentir cordialmente... Salieri decide la venganza en el preciso instante en que comprende que la música de Mozart es insuperable; creo que la proposición deshonesta es un auténtico farol para humillar a Constanza y que realmente no da crédito a que ella sea capaz de volver para desnudarse ante él... no es la belleza o fealdad de sus pechos (que para gustos hay colores, y a mí me parece que no están tan mal, aunque soy chica y mi opinión no sé si es válida; podemos hacer una encuesta) lo que le hace decidirse a rechazarla, sino que su venganza va a ser más refinada que un simple revolcón que ni siquiera sabe si llegará a molestar a su rival... es más espiritual.
No, no... No me he explicado bien. Salieri no rechaza a la Webber porque no le gusten los pechos... Creo que la decisión es del director de la película: hacer que Salieri sucumba ante las partituras y ante los pechos desnudos de Constanza es una manera de enfatizar que la venganza tiene que ser, como tú dices, mas espiritual...
Muy interesante la observación acerca de la cara de Salieri... pero, como soy de música y el oído me tira mucho... ¿qué me dices de su voz cuando a la estúpida pregunta de Constanza ¿Is it not good? contesta It is miraculous? (en inglés en el original)... me impresiona enormemente el modo en que trabaja la voz en esta secuencia, cómo es capaz de expresar desde la dureza, hasta la emoción infinita, la condescendencia, el respeto fingido... es de las interpretaciones que hacen grande al cine... un verdadero prodigio Murray Abraham.
Certo, certo. Veramente grande.
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