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19 octubre 2008

Las bodas de Fígaro

Atticus nos habia dicho una vez que nunca se conoce realmente a un hombre hasta que uno se ha calzado sus zapatos y caminado con ellos. 
Harper Lee

Una de las cosas que más me asombran de Las bodas de Fígaro, y de las óperas de Mozart en general, es la capacidad que su autor muestra para adentrarse en personajes bien distintos, conocerlos  en profundidad y transmitir con una enorme sensibilidad todo lo que piensan y sienten, de modo que el oyente comprende y siente a ese personaje con absoluta precisión.

Mozart tenía 29 años cuando empezó a componerla. Era, a pesar de su juventud, un músico de gran experiencia ya que, como sabéis, empezó a componer a muy temprana edad. Este conocimiento de la música le podía proporcionar el oficio suficiente para generar obras de grandes proporciones, de una gran solidez compositiva,... pero, ¿de dónde saca la experiencia vital necesaria para comprender y componer unos personajes tan cercanos, tan ricos en matices, tan de veras? Susana, la Condesa, Cherubino, Fígaro, el Conde... no son meros tipos, sino que viven, sienten, palpitan y nos contagian con toda su vitalidad.

El amor está presente en toda la obra, y la acción dramática proporciona a Mozart la ocasión de analizar cómo se desarrolla este sentimiento, desde el anhelo adolescente de Cherubino:


... el amor pleno, sincero, correspondido y triunfante de Susanna:


Giunse alfin il momento
che godrò senz'affanno
in braccio all'idol mio. Timide cure,
uscite dal mio petto,
a turbar non venite il mio diletto!
Oh, come par che all'amoroso foco
l'amenità del loco,
la terra e il ciel risponda,
come la notte i furti miei seconda!
Deh, vieni, non tardar, oh gioia bella,
vieni ove amore per goder t'appella,
finché non splende in ciel notturna face,
finché l'aria è ancor bruna e il mondo tace.
Qui mormora il ruscel, qui scherza l'aura,
che col dolce sussurro il cor ristaura,
qui ridono i fioretti e l'erba è fresca,
ai piaceri d'amor qui tutto adesca.
Vieni, ben mio, tra queste piante ascose,
ti vo' la fronte incoronar di rose.

Llegó al fin el momento
en que gozaré sin inquietud
en brazos de mi ídolo. ¡Tímidos desvelos!,
¡salid de mi pecho!,
no vengáis a turbar mi deleite.
¡Oh, cómo parece que al amoroso ardor,
la amenidad del lugar
la tierra y el cielo respondan!
¡Cómo secunda la noche mis secretos!
¡Ah, ven, no tardes, oh bien mío!
¡Ven a donde el amor para gozar te llama!,
mientras luzca en el cielo la antorcha,
y el aire esté sombrío, y el mundo calle.
Aquí murmura el arroyo, aquí bromea el aura
que con dulce susurro el corazón conforta.
Aquí ríen las flores y la hierba es fresca,
aquí todo invita a los placeres del amor.
Ven, bien mío, entre estas plantas ocultas,
te quiero coronar la frente de rosas.


... la nostalgia por el amor perdido de la Condesa:


Porgi, amor, qualche ristoro
al mio duolo, a' miei sospir.
O mi rendi il mio tesoro,
o mi lascia almen morir.

Concede, amor, algún descanso
a mi dolor, a mis suspiros.
Devuélveme a mi tesoro
o déjame al menos morir.


... el amor exultante de Fígaro... y los celos, que le llevan a desafiar a su propio señor:


... hasta el amor egoísta que tan sólo busca satisfacer su propio deseo, que al tiempo es una demostración más de poder, en la figura del Conde:


Hai già vinta la causa! Cosa sento!
In qual laccio io cadea?
Perfidi! Io voglio...
Di tal modo punirvi... A piacer mio
la sentenza sarà... Ma s'ei pagasse
la vecchia pretendente?
Pagarla! In qual maniera!
E poi v'è Antonio,
Che a un incognito Figaro ricusa
di dare una nipote in matrimonio.
Coltivando l'orgoglio
di questo mentecatto...
Tutto giova a un raggiro...
il colpo è fatto.

Vedrò mentre io sospiro,
Felice un servo mio!
E un ben ch'invan desio,
ei posseder dovrà?
Vedrò per man d'amore
Unita a un vile oggetto
Chi in me destò un affetto
Che per me poi non ha?
Ah no, lasciarti in pace,
Non vo' questo contento,
tu non nascesti, audace,
per dare a me tormento,
e forse ancor per ridere
di mia infelicità.
Già la speranza sola
Delle vendette mie
Quest'anima consola,
e giubilar mi fa.

"¡Ya has ganado la causa!" ¡Qué oigo!
¿en qué trampa caía?
¡Pérfidos! Yo quiero...
de tal modo castigaros... a mi gusto
la sentencia será... ¿Pero si él pagase
a la vieja pretendiente?
¡Pagarla! ¿de qué manera?
Y después está Antonio
que a ese expósito de Fígaro le niega
a su sobrina en matrimonio.
Cultivando el orgullo
de este mentecato,
todo ayuda a la artimaña...
El golpe está hecho.

¿Veré, mientras yo suspiro,
feliz a un siervo mío?
Y un bien que en vano deseo,
¿él deberá poseer?
¿Veré por mano del amor
unida a un vil sujeto
a quién en mí suscito un afecto
y que por mí no lo siente?
¡Ah no!, dejarte en paz,
¡no deseo esta felicidad!
tú no naciste, audaz,
para darme tormento,
y también quizá para reírte,
para reírte de mi desdicha.
Ya la sola esperanza
de mi venganza
consuela a mi alma
y la llena de júbilo...


En la revista Scherzo, Arturo Reverter resume todo esto así:

Mozart acertó a recrear una acción en la que el amor es siempre protagonista sobre un fondo de conflicto social. Construyó una música capza de servir acciones paralelas, un complejo entramado regulado con una precisión, un ritmo, un pulso y una cadencia desconocidos hasta entonces; con un tempo musical continuo e implacable; con una fluidez asombrosa. Ante el oyente espectador se suceden vertiginosamente los hechos, discurren los personajes, se exponen los conflictos entre ellos. La música pinta admirablemente los estados de ánimo y hace lógicas las mutaciones, matiza hasta lo indecible las relaciones. Recitativo secco, accompagnato, arioso, arira, dúos, tercetos, cuartetos, sextetos, conjuntos más o menos amplios. Todo aparece en esta obra admirablemente soldado en un fluir continuo, imparable, inexorable. La voz y la orquesta, aunque independientes y con una vida propia, se unen y forman un solo cuerpo. Mozart, evitando ese aburrimiento que tanto preocupaba al mismo Beaumarchais, hace a la una y a la otra recitar la polifonía de los gestos y de las pasiones. Cada frase, cada ritmo, cada timbre y armonía tienen así, como señala Lanza Tomasi, una caracterización dramática. La escena, como tal, no sería ya necesaria: la música -el gesto musical- lo dice todo, contiene en sí misma el drama.

En la película Amadeus, de Milos Forman, Mozart trata de convencer al Emperador de que su ópera no tiene contenidos políticos para evitar la censura. Vehemente y apasionado, describe con orgullo su gran creación... es sólo ficción, pero nos acerca a la gestación de esta gran obra (a partir del minuto 4'52).






Y otro apunte de cine... una de las secuencias más conmovedoras de una película, para mí, inolvidable, está construida sobre una de las partes de esta ópera... el dúo de Susana y la Condesa, Canzonetta sul'aria. Se trata de The Shawshank Redemption (Cadena Perpetua), de Frank Darabont. Aunque es muy conocida, por si alguien todavía no la ha visto... el argumento trata de una cárcel en la que innumerables presos cumplen su condena. Uno de ellos, Andy (interpretado por Tim Robbins), se ha ganado la confianza del alcaide y de los carceleros. En un momento de descuido, encierra a uno de ellos y escucha este fragmento de Las bodas de Fígaro en el tocadiscos del alcaide... y decide compartir toda esa belleza con el resto de los reclusos, así que no duda en activar la megafonía. La voz en off de otro de los protagonistas (el que está interpretado por Morgan Freeman) dice:
No tengo la más remota idea de qué coño cantaban esas dos italianas... y lo cierto es que no quiero saberlo. Las cosas buenas no hace falta entenderlas. Supongo que cantaban sobre algo tan hermoso que no podía expresarse con palabras y que, precisamente por eso te hacía palpitar el corazón. Os aseguro que esas voces te elevaban más alto y más lejos de lo que nadie, viviendo en un lugar tan gris, pudiera soñar. Fue como si un hermoso pájaro hubiese entrado en nuestra monótona jaula y hubiese disuelto aquellos muros y, por unos breves instantes, cada hombre de Shawshank se sintió libre.


El martes de esta semana tendremos la ocasión de asistir en Albacete a la representación de esta obra maravillosa. Será para algunos su primera ópera en directo... espero que la disfrutéis tanto como yo.

Los textos y las traducciones son de Kareol.

05 marzo 2008

Addio, Giuseppe di Stefano

No quiero dejar de anotar aquí mi adiós a Giuseppe Di Stefano, un tenor admirable cuya muerte, como bien decía César Salgado, no será (ha sido) portada de todos los medios de comunicación, como lo fue la de su incondicional admirador Pavarotti, aunque bien podía haberlo sido por mérito artístico. Quedan para la posteridad sus grandes interpretaciones, especialmente las que realizó junto a Maria Callas y Tito Gobbi. Aquí podéis escucharle en su interpretación de Recondita armonia, de la grabación histórica que hizo del personaje de Mario Cavaradossi, de Tosca de Puccini, en el año 1953 en la Scala. Descanse en paz.



CAVARADOSSI
(al Sagrestano)
Dammi i colori!

(Il Sagrestano eseguisce. Cavaradossi
dipinge con rapidità e si sofferma spesso
a riguardare il proprio lavoro: il
Sagrestano va e viene, portando
una catinella entro la quale continua
a lavare i pennelli. A un tratto Cavaradossi
si ristà di dipingere; leva di tasca un
medaglione contenente una miniatura
e gli occhi suoi vanno dal medaglione al
quadro).

Recondita armonia
di bellezze diverse!...
È bruna Floria,
l'ardente amante mia...

SAGRESTANO
(a mezza voce, come brontolando)
Scherza coi fanti
e lascia stare i santi!

(s'allontana per prendere l'acqua
onde pulire i pennelli)

CAVARADOSSI
E te, beltade ignota,
cinta di chiome bionde!
Tu azzurro hai l'occhio,
Tosca ha l'occhio nero!

SAGRESTANO
(ritornando dal fondo e sempre
scandalizzato:)
Scherza coi fanti
e lascia stare i santi!

(riprende a lavare i pennelli)

CAVARADOSSI
L'arte nel suo mistero
le diverse bellezze insiem confonde;
ma nel ritrar costei
il mio solo pensiero,
il mio solo pensiero,
Tosca, sei tu!





CAVARADOSSI
(Al sacristán)
¡Dame los colores!

(El sacristán lo sigue. Cavaradossi
pinta con rapidez y, a menudo, se
detiene a remirar el propio trabajo;
el sacristán, va y viene, llevando una
palangana dentro de la cual sigue
lavando las pinceles. De repente,
Cavaradossi deja de pintar, se saca
del bolsillo un medallón que contiene
una miniatura y, sus ojos, empiezan a
ir del medallón, al cuadro)

¡Recóndita armonía
en bellezas diversas!
Es morena Flora,
la ardiente amante mía...

EL SACRISTÁN
(A media voz, refunfuñando)
¡Ríete con el diablo
y deja en paz a los santos...!

(Se aleja para coger agua
con el fin de limpiar los pinceles)

CAVARADOSSI
Y tú, beldad ignota,
coronada por rubios cabellos...
¡Tú, con tus ojos azules
y, Tosca, de ojos negros!

EL SACRISTÁN
(Volviendo del fondo y siempre
escandalizado)
¡Ríete con el diablo
y deja en paz a los santos...!

(Continúa lavando los pinceles)

CAVARADOSSI
El arte, en su misterio,
las diversas bellezas,
mezcla y confunde
mas, en el retrato de ella,
mi único pensamiento, eres tú,
¡Tosca: eres tú!

04 febrero 2008

La Bohème, de Puccini

Los próximos días 7 y 8 de febrero se va a representar en el Teatro Circo de Albacete la ópera La Bohème, de Giacomo Puccini. En principio sólo iba a haber una representación, pero dado que se completó el aforo con los abonos decidieron ofrecer una representación más, lo cual es muy de agradecer. Quedan pocas entradas, pero aún hay alguna.

La Bohème es la ópera favorita de mucha gente que conozco. Como todos sabéis, narra los amores de Rodolfo y Mimì en el París bohemio del siglo XIX. Es una obra llena de bellos momentos, entre los cuales yo me quedo con el final del primer acto. Mimì y Rodolfo se acaban de conocer, y se presentan en sendas arias. La de Rodolfo, tenor, Che gelida manina, cuenta que es poeta, un soñador, pobre en lo material pero rico en vivencias e imaginación. Escuchadlo en la interpretación de Josep Carreras, en el Liceo, con Montserrat Caballé en el año 80.





RODOLFO
(tenendo la mano di Mimì, con
voce piena di emozione)
Che gelida manina!
Se la lasci riscaldar.
Cercar che giova?
Al buio non si trova.
Ma per fortuna
è una notte di luna,
e qui la luna l'abbiamo vicina.

(Mimì vorrebbe ritirame la mano)

Aspetti, signorina,
le dirò con due parole
chi son, che faccio e come vivo.
Vuole?

(Mimì tace: Rodolfo lascia la mano di
Mimì, la quale indietreggiando trova
una sedia sulla quale si lascia quasi
cadere affranta dall'emozione.)

Chi son? Sono un poeta.
Che cosa faccio? Scrivo.
E come vivo? Vivo.
In povertà mia lieta
scialo da gran signore
rime ed inni d'amore.
Per sogni, per chimere
e per castelli in aria
l'anima ho milionaria.
Talor dal mio forziere
ruban tutti i gioielli
due ladri: gli occhi belli.
V'entrar con voi pur ora
ed i miei sogni usati
e i bei sogni miei
tosto son dileguar!
Ma il furto non m'accora,
poiché vi ha preso stanza
la dolce speranza!
Or che mi conoscete,
parlate voi. Deh, parlate.
Chi siete?
Via piaccia dir?

RODOLFO
(Sujetando la mano de Mimí y
con la voz henchida de emoción)
¡Qué manita tan fría!
Déjeme que se la caldee.
Buscar, ¿qué importa?
En la oscuridad nada se encuentra.
Aunque, por fortuna,
es una noche de luna,
y, aquí, la luna la tenemos cerca.

(Mimí intenta liberar su mano)

Espere, señorita,
le diré en dos palabras quién soy,
qué hago, cómo vivo.
¿Quiere?

(Mimí calla. Rodolfo suelta la mano
de Mimí, Quien, yendo hacia atrás,
encuentra una silla sobre la que se
deja caer ,abatida por la emoción)

¿Quién soy?...Soy un poeta.
¿A qué me dedico?...Escribo.
Y, ¿cómo vivo?...Vivo.
Aun en mi pobreza despilfarro,
como un gran señor,
rimas e himnos de amor.
En sueños y en quimeras
y en castillos en el aire
tengo el alma millonaria.
Y ahora, del cofre de mis tesoros
me roban todas las joyas
dos ladrones: Esos bellos ojos
que han entrado con usted,
y, mis sueños de siempre,
mis bellos sueños,
veo evaporarse!
Pero no importa que me los roben
pues han hecho renacer en mí
una dulce esperanza.
Ahora que me conoce,
hable usted; vamos, hable.
¿Quién es?
¿Le apetece decírmelo?

Mimì acepta la invitación de Rodolfo, y se presenta a su vez. Es también muy pobre; se gana la vida bordando y se muestra con una sencillez y un encanto tan conmovedores que conquista en este aria el corazón de Rodolfo y, sin duda, el de todo el auditorio.



MIMÌ
(È un po' titubante, poi si decide
a parlare; sempre seduta.)
Sì.
Mi chiamano Mimì,
ma il mio nome è Lucia.
La storia mia è breve.
A tela o a seta
ricamo in casa e fuori...
Son tranquilla e lieta
ed è mio svago
far gigli e rose.
Mi piaccion quelle cose
che han sì dolce malìa,
che parlano d'amor,
di primavere,
che parlano di sogni
e di chimere,
quelle cose che han nome poesia...
Lei m'intende?

RODOLFO
(commosso)
Sì.

MIMÌ
Mi chiamano Mimì,
il perché non so.
Sola, mi fo il pranzo
da me stessa.
Non vado sempre a messa,
ma prego assai il Signore.
Vivo sola, soletta
là in una bianca cameretta:
guardo sui tetti e in cielo;
ma quando vien lo sgelo
il primo sole è mio
il primo bacio dell'aprile è mio!
Germoglia in un vaso una rosa...
Foglia a foglia l'aspiro:
Cosi gentile
il profumo d'un fiore!
Ma i fior ch'io faccio,
ahimè,
il fior ch'io faccio
ahimè! non hanno odore.
Altro di me non le saprei narrare.
Sono la sua vicina
che la vien fuori d'ora a importunare.

MIMÍ
(Titubea, pero se decide a hablar.
Sigue sentada)
Sí.
Me llaman Mimí,
aunque me llamo Lucia.
La historia mía es breve.
En tela o en seda bordo,
en casa y fuera.
Soy tranquila y alegre,
y me distraigo
haciendo lirios y rosas.
Me gustan las cosas
que tienen ese dulce hechizo,
que hablan de amor,
de primaveras;
que hablan de sueños,
y de quimeras,
esas cosas que llaman poesía...
¿Me entiende?

RODOLFO
(Conmovido)
Sí.

MIMÍ
Me llaman Mimí.
El por qué ... no lo sé.
Sola me hago la comida,
para mi sola.
No voy siempre a misa,
pero le rezo bastante al Señor.
Vivo sola, solita; ahí,
en una pequeña habitación blanca,
miro a los tejados y al cielo.
Y, cuando comienza el deshielo,
el primer sol es mío,
¡el primer beso de abril es mío!
Germina, plantada, una rosa,
hoja a hoja, la aspiro;
es tan delicado
el perfume de una flor...
Pero las flores que yo hago,
¡ay de mi!
las flores que yo hago... ¡ay!
no tienen olor...
De mi, nada más sabría contarle.
Soy su vecina que le viene,
a deshora, a importunar.


Bien podía haber terminado aquí este primer acto Puccini. Pero todavía tenía otra sorpresa para culminar una de las más bellas secuencias de la historia de la ópera. Un dúo, O soave fanciulla, con el mismo vuelo lírico de las arias anteriores.



SCHAUNARD
(dal cortile)
Ehi! Rodolfo!

COLLINE
Rodolfo!

MARCELLO
Olà. Non senti?

(Alle grida degli amici, Rodolfo
s'impazienta.)

Lumaca!

COLLINE
Poetucolo!

SCHAUNARD
Accidenti al pigro!

(Sempre più impaziente, Rodolfo a
tentoni si avvia alla finestra e l'apre
spingendosi un poco fuori per
rispondere agli amici che sono giù
nel cortile: dalla finestra aperta
entrano i raggi lunari, rischiarando
così la camera.)

RODOLFO
(alla finestra)
Scrivo ancor tre righe a volo.

MIMÌ
(avvicinandosi un poco alla finestra)
Chi sono?

RODOLFO
(a Mimì)
Amici.

SCHAUNARD
Sentirai le tue.

MARCELLO
Che te ne fai lì solo?

RODOLFO
Non sono solo. Siamo in due.
Andate da Momus, tenete il posto,
ci saremo tosto.

(Rimane alla finestra, onde assicurarsi
che gli amici se ne vanno.Mimì si è
avvicinata ancor più alla finestra per
modo che i raggi lunari la illuminano)

MARCELLO, SCHAUNARD, COLLINE
(allontanandosi)
Momus, Momus, Momus,
zitti e discreti
andiamocene via.

MARCELLO
trovò la poesia.

(Rodolfo, volgendosi, scorge Mimì
avvolta come da un nimbo di luce,
e la contempla, quasi estatico.)

RODOLFO
O soave fanciulla,
o dolce viso
di mite circonfuso alba lunar
in te, vivo ravviso il sogno
ch'io vorrei sempre sognar!

MIMÌ
(Mimì commossa)
Ah, tu sol comandi,
amor...!

RODOLFO
(cingendo con le braccia Mimì)
Fremon già nell'anima
le dolcezze estreme,

MIMÌ
(quasi abbandonandosi)
Oh! come dolci scendono
le sue lusinghe al core...
tu sol comandi, amore!...

RODOLFO
Nel bacio freme amor!

(Bacia. Mimì)

MIMÌ
(svincolandosi)
No, per pietà!

RODOLFO
Sei mia!

MIMÌ
V'aspettan gli amici...

RODOLFO
Già mi mandi via?

MIMÌ
(titubante)
Vorrei dir...
ma non oso...

RODOLFO
(con gentilezza)
Di'.

MIMÌ
(con graziosa furberia)
Se venissi con voi?

RODOLFO
(sorpreso)
Che?... Mimì?

(insinuante)

Sarebbe così dolce restar qui.
C'è freddo fuori.

MIMÌ
(con grande abbandono)
Vi starò vicina!...

RODOLFO
(Aiuta amorosamente Mimì a
mettersi lo scialle)
E al ritorno?

MIMÌ
(maliziosa)
Curioso!

RODOLFO
Dammi il braccio, mia piccina.

MIMÌ
(Dà il braccio a Rodolfo.)
Obbedisco, signor!

(S'avviano sottobraccio alla porta
d'uscita.)

RODOLFO
Che m'ami di'...

MIMÌ
(con abbandono)
Io t'amo!

(Escono)

RODOLFO , MIMÌ
Amor! Amor! Amor!

(Cola il siparo)



SCHAUNARD
(Desde el corredor)
¡Eh, Rodolfo!

COLLINE
¡Rodolfo!

MARCELO
¡Aquí! ¿No nos oyes?

(Con los gritos de los amigos,
Rodolfo se impacienta)

¡Pesado!

COLLINE
¡Poetastro!

SCHAUNARD
¡A por los vagos!

(Rodolfo, impaciente, va
a tientas hasta la ventana,
se asoma un poco, para
responder a los amigos.
Por ella entran los rayos
de luna que iluminan la
habitación)

RODOLFO
(en la ventana)
Escribo tres líneas más y vuelo.

MIMÍ
(acercándose a la ventana)
¿Quiénes son?

RODOLFO
(a Mimí)
Mis amigos.

SCHAUNARD
¡Nos vas a oír!

MARCELO
¿Qué es lo que haces ahí solo?

RODOLFO
No estoy solo; estamos dos.
Id a Momus; coged sitio;
iré enseguida.

(Se queda en la ventana
para ver que sus amigos se
van. Se acerca Mimí y los
rayos de luna la iluminan)

MARCELO, SCHAUNARD, COLLINE
(Alejándose)
Momus, Momus, Momus,
callados, discretos,
nos vamos de aquí.

MARCELO
Ha encontrado la inspiración.

(Rodolfo, al volverse, ve a Mimí
envuelta en un haz de luz y la
contempla, extasiado)

RODOLFO
¡Oh, tierna niña!
¡Dulce carita de bondad
arropada por la luz de la luna!
Tú eres el sueño
que siempre quise soñar!

MIMÍ
(Muy conmovida)
¡Ah! ¡Todo lo que tú quieras,
amor...!

RODOLFO
(Estrechándola entre sus brazos)
Tiembla mi alma,
por una extrema dulzura.

MIMÍ
(Casi abandonándose a él)
¡Oh! ¡Cuán dulces penetran
tus palabras en mi corazón!...
¡Amor, sólo mandas tú!...

RODOLFO
¡En mi beso palpita el amor...!

(La besa)

MIMÍ
(Desasiéndose)
¡No, por caridad!

RODOLFO
¡Eres mía!

MIMÍ
Le esperan sus amigos...

RODOLFO
¿Quieres que me vaya?

MIMÍ
(Titubeando)
Quería decir...,
pero no me atrevo...

RODOLFO
(Con cortesía)
Dilo.

MIMÍ
(Con una graciosa sonrisa pícara)
Y...¿si fuese con vosotros?

RODOLFO
(Sorprendido)
¿Qué? ¡Mimí!

(Insinuante)

Sería tan dulce quedarse aquí...;
hace frío ahí fuera.

MIMÍ
(Con sentimiento)
Estaré a tu lado.

RODOLFO
(Amorosamente, ayuda a Mimí
a ponerse el chal)
Y, ¿a la vuelta?

MIMÍ
(Maliciosa)
¡Qué curioso!

RODOLFO
Dame tu brazo, pequeñita mía...

MIMÍ
(Da el brazo a Rodolfo)
¡Le obedezco, señor!

(Se van hacia la puerta tomados
del brazo)

RODOLFO
Que me amas... dímelo...

MIMÍ
(Entusiasmada)
¡Yo, te amo...!

(Se van)

RODOLFO, MIMÍ
¡Amor! ¡Amor! ¡Amor!

(Cae el telón)


El texto y la traducción son de Kareol.

05 noviembre 2007

Il trovatore

Il trovatore. Imagen original de www.comune.parma.it

Como me inicié mucho antes en la literatura que en la ópera, leí la obra de teatro El trovador, de Antonio García Gutiérrez años antes de escuchar Il trovatore, de Giuseppe Verdi. A pesar de que siempre he sido bastante crédula y amiga de historias fantásticas y cuentos repletos de sucesos fabulosos, la historia no me gustó. Y no me gustó precisamente por el constante coqueteo con la incredibilidad que, en este caso, me pareció inaceptable. Así que la archivé en la estantería y la borré de mi recuerdo.

Pasé mucho tiempo escuchando música para piano, música sinfónica, música vocal religiosa, pero no llegué a la ópera hasta bastante más tarde... siempre grabada. Pero, por fin, llegó el día: ópera en Albacete. El título, Il trovatore. El lugar, un viejo cine que llevaba tiempo cerrado, posteriormente reconvirtieron en teatro y no mucho más tarde volvieron a cerrar. Este cine-teatro tenía unas condiciones acústicas deplorables. La compañía, desconocida, procedía de algún país del este de Europa y resultó estar en consonancia con el teatro. Pero era ópera en directo y en mi ciudad, así que corrí ilusionada a hacer la correspondiente cola para conseguir mis entradas. Me procuré una grabación y un libreto bilingüe y escuché por primera vez esta ópera. Reconozco que me sorprendió este nuevo acercamiento, y he observado desde entonces cómo obras literarias mediocres se transforman en espléndidas óperas por la magia de la música. Lo que leído me resultó tedioso, con música cobraba un nuevo sentido.

Sigue sin ser una de mis óperas favoritas, pero la puedo escuchar con gusto, especialmente si es en directo, como lo será esta noche en el Teatro Circo de Albacete. Para abrir boca, el fragmento más conocido de esta ópera: el coro de gitanos Vedi! Le fosche notturne spoglie, del segundo acto seguido de la tenebrosa Azucena, la gitana que arrojó a su propio hijo a la hoguera por error (cosas que pasan en las obras de teatro y las óperas románticas), que canta como hipnotizada a esa llama que crepita en su Stride la vampa.




Scena Prima
(Un diruto abituro sulle falde di
un monte della Biscaglia. Nel fondo,
quasi tutto aperto, arde un gran
fuoco. I primi albori. Azucena
siede presso il fuoco. Manrico le
sta disteso accanto sopra una
coltrice ed avviluppato nel suo
mantello; ha l'elmo ai piedi e fra
le mani la spada, su cui figge
immobilmente lo sguardo. Una banda
di Zingari è sparsa all'interno)

ZINGARI
Vedi!
Le fosche notturne spoglie
de' cieli sveste
l'immensa volta;
sembra una vedova
che alfin si toglie
i bruni panni
ond'era involta.
All'opra! all'opra!
Dagli, martella.

(Danno di piglio ai loro ferri del
mestiere; al misurato tempestare dei
martelli cadenti sulle incudini, or
uomini, or donne, e tutti in un
tempo infine intonano la cantilena
seguente:)

Chi del gitano
i giorni abbella?
La zingarella!

UOMINI
(alle donne)
Versami un tratto; lena e coraggio
il corpo e l'anima traggon dal bere.

(Le donne mescono ad essi in coppe)

TUTTI
Oh guarda, guarda!
Del sole un raggio brilla più vivido
nel mio/tuo bicchiere!
All'opra, all'opra...
Dagli, martella...
Chi del gitano i giorni abbella?
La zingarella!

Escena Primera
(Una derruida choza en la falda de
un monte de Vizcaya. En el fondo,
casi abierto por completo, arde una
gran hoguera. Comienza a amanecer.
Azucena sentada cerca del fuego.
Manrique está tendido a su lado
en un colchón y envuelto en su
capa; tiene el yelmo a los pies y
la espada entre las manos.
Un grupo de gitanos aparece y rodea
a la pareja)


GITANOS
¡Ved!
Las sombras nocturnas se retiran,
de los cielos desnuda
queda la inmensa bóveda;
parece una viuda
que al fin se quita
los negros paños
con que se envolvía.
¡A trabajar! ¡A trabajar!
Golpea, dale al martillo.

(Cogen los martillos y golpean
mesuradamente los hierros
candentes mientras, ora los
hombres, ora las mujeres y, al fin,
todos juntos, entonan el siguiente
estribillo:)

¿Quién del gitano
los días embellece?
¡La gitanilla!

HOMBRES
(a las mujeres)
Fuego; fuerza y coraje
al cuerpo y al alma da el beber.

(Las mujeres les entregan copas)

TODOS
Oh, mira; oh, mira, del sol un rayo.
brilla más vívido en mi/tu vaso
A trabajar, a trabajar...
Golpea, dale al martillo
¿Quién del gitano
los días embellece?
¡La gitanilla!




AZUCENA
Stride la vampa!
La folla indomita corre a quel
fuoco lieta in sembianza;
urli di gioia intorno echeggiano:
Cinta di sgherri
donna s'avanza!
Sinistra splende
sui volti orribili
la tetra fiamma
che s'alza al ciel!
Stride la vampa!
Giunge la vittima
nero vestita,
discinta e scalza!
Grido feroce di morte levasi;
l'eco il ripete
di balza in balza!
Sinistra splende
sui volti orribili
la tetra fiamma
che s'alza al ciel!

AZUCENA
¡Flamean las llamas!
¡La muchedumbre indómita
corre hacia el fuego!
Con alegre semblante
alaridos de gozo
por doquier se escuchan.
Rodeada de esbirros
una mujer avanza.
Siniestra ilumina,
sus rostros horribles,
la tétrica llama
que se alza al cielo.
¡Flamean las llamas!
Llega la víctima de negro vestida,
desceñida y descalza.
Grito feroz de muerte se eleva.
El eco lo repite de roca en roca.
Siniestra ilumina
sus rostros horribles
la tétrica llama
que se alza al cielo.


Intérpretes: Ivonne Naef, mezzosoprano. Orquesta de la Royal Opera House, Covent Garden dirigida por Carlo Rizzi.

30 octubre 2007

Porgy and Bess, de Gershwin

Jazzclub Porgy and Bess, fotografía original de Jacqscheele

El próximo viernes, 2 de noviembre, se va a representar en el Teatro Circo de Albacete la ópera Porgy and Bess, del compositor estadounidense George Gershwin. Como todos sabéis, este autor está a caballo entre la música culta y la música popular, entre el jazz y las salas de concierto, entre el musical y la ópera. Y tanto es así, que su estilo recibe las influencias del jazz y la música sinfónica y al mismo tiempo influye en ambas músicas en un peculiar viaje de ida y vuelta. Su obra más ambiciosa es esta ópera que vamos a tener el placer de escuchar en directo, Porgy and Bess, que superó en sus primeras representaciones las reticencias e incomprensiones del público y de algunos críticos para pasar a convertirse en una ópera aceptada y muy representada, casi casi la ópera oficial de los Estados Unidos.

Dado que en su esencia está el sintetizar lo ligero y lo sinfónico, el jazz y la música histórica europea, es posible disfrutar de versiones bien dispares de esta obra, y que resulten a nuestros oídos lícitas y genuinas por igual. El fragmento más conocido de esta obra, Summertime, ha sido interpretado una y otra vez... decidid vosotros cuál es el estilo en que preferís escucharlo:


Leontyne Price




Ella Fitzgerald y Louis Armstrong




Renee Fleming




Billie Holliday




Janis Joplin

03 junio 2007

Lakmé, de Delibes, en versión imaginaria

Del vídeo Ópera Imaginaria os traigo hoy un fragmento de la ópera Lakmé, de Léo Delibes. Esta ópera cuenta los amores imposibles entre la hija de un brahman y un oficial del ejército inglés durante la colonización inglesa de la India. Se lo dedico especialmente a mis alumnos más jóvenes, que andan ahora en la difícil tarea de sustituir todos esos terribles prejuicios que rodean al espectáculo operístico por unas ideas más justas y cercanas a la realidad...




Delibes. Lakmé. Dueto de las flores

LAKMÉ
Viens, Mallika,
les lianes en fleurs
jettent déjà leur ombre
sur le ruisseau sacré
qui coule, calme et sombre,
éveillé par le chant
des oiseaux tapageurs!

MALLIKA
Oh! maîtresse,
c'est l'heure
où je te vois sourire
l'heure bénie
où je puis lire
dans le coeur toujours fermé
da Lakmé!

Duo

LAKMÉ
Dôme épais
le jasmin
à la rose s'assemble
rive en fleurs,
frais matin,
nous appellent ensemble.
Ah! glissons en suivant
le courant fuyant
dans l'onde frémissante.
D'une main nonchalante,
gagnons le bord,
où l'oiseau chante.
Dôme épais,
blanc jasmin
nous appellent ensemble!

MALLIKA
Sous le dôme épais
où le blanc jasmin
à la rose s'assemble,
sur la rive en fleurs,
riant au matin,
viens, descendons ensemble.
Doucement glissons:
de son flot charmant
suivons le courant fuyant
dans l'onde frémissante.
D'une main nonchalante
viens, gagnons le bord,
où l'oiseau chante.
Sous le dôme épais,
sous le blanc jasmin,
ah! descendons ensemble!

LAKMÉ
Mais je ne sais
quelle crainte subite
s'empare de moi;
quand mon père va seul
à leur ville maudite,
je tremble d'effroi!

MALLIKA
Pour que le dieu Ganeça
le protège, jusqu'à l'étang
où s'ébattent joyeux
le cygnes aux ailes de neige,
allons cueillir les lotus bleus.

LAKMÉ
Oui, près des cygnes
aux ailes de neige,
allons cueillir les lotus bleus...

LAKMÉ
Dôme épais
le jasmin
à la rose s'assemble,
rive en fleurs,
frais matin,
nous appellent ensemble.
Ah! glissons en suivant
le courant fuyant
dans l'onde frémissante.
D'une main nonchalant,
gagnons le bord,
où l'oiseau chante.
Dôme épais,
blanc jasmin
nous appellent ensemble!

MALLIKA
Sous le dôme épais
où le blanc jasmin
à la rose s'assemble,
sur la rive en fleurs,
riant au matin,
viens, descendons ensemble.
Doucement glissons:
de son flot charmant
suivons le courant fuyant
dans l'onde frémissante.
D'une main nonchalante
viens, gagnons le bord,
où l'oiseau chante.
Sous le dôme épais,
sous le blanc jasmin,
ah! descendons ensemble!

LAKMÉ
¡Ven, Mallika!
Las ramas florecidas
derraman ya su sombra
sobre el arroyo sagrado
que corre, calmado y obscuro,
alborotado por el canto
de los pájaros alborotadores!

MALLIKA
¡Oh, mi dueña!
Esta es la hora
en que te veo sonreír,
la hora bendita
en que yo puedo leer
en el corazón siempre cerrado
de Lakmé.

Dúo

LAKMÉ
Cúpula espesa,
el jazmín
a la rosa se asemeja,
orilla florecida,
fresca mañana,
nosotras invocamos unidas.
¡Ah! Vayamos siguiendo
la corriente fugaz
en el agua temblorosa.
Con mano indolente
lleguemos al borde
donde el pájaro canta.
¡Cúpula espesa,
blanco jazmín,
nosotras invocamos unidas!

MALLIKA
Bajo la cúpula espesa
donde el blanco jazmín
a la rosa se asemeja,
sobre la orilla florida,
risueña a la mañana,
ven, vayamos unidas.
Dulcemente deslicémonos:
de su oleaje encantador
sigamos la corriente fugaz
en el agua temblorosa.
Con mano indolente
ven, lleguemos al borde,
donde el pájaro canta.
Bajo la cúpula espesa,
bajo el blanco jazmín
¡ah! vayamos unidas.

LAKMÉ
Mas yo no sé
qué miedo súbito
se apodera de mí
cuando mi padre parte solo
a su aldea maldita,
¡tiemblo de terror!

MALLIKA
Para que el dios Ganesa le proteja,
junto al estanque
donde retozan alegres
los cisnes de alas níveas,
vayamos a coger los lotos azules.

LAKMÉ
Sí, cerca de los cisnes
de alas níveas,
vayamos a coger lotos azules...

LAKMÉ
Cúpula espesa,
el jazmín
a la rosa se asemeja,
orilla florecida,
fresca mañana,
nosotras invocamos unidas.
¡Ah! vayamos siguiendo
la corriente fugaz
en el agua temblorosa.
Con mano indolente
lleguemos al borde
donde el pájaro canta.
¡Cúpula espesa,
blanco jazmín,
nosotras invocamos unidas!

MALLIKA
Bajo la cúpula espesa
donde el blanco jazmín
a la rosa se asemeja,
sobre la orilla florida,
risueña a la mañana,
ven, vayamos unidas.
Dulcemente deslicémonos:
de su oleaje encantador
sigamos la corriente fugaz
en el agua temblorosa.
Con mano indolente
ven, lleguemos al borde,
donde el pájaro canta.
Bajo la cúpula espesa,
bajo el blanco jazmín
¡ah! vayamos unidas.

(Las dos muchachas suben a una barca
y se alejan. Sus voces, como flotando
sobre el agua se escuchan lejanas)


El texto y la traducción son de Kareol.

SÍ A LA MÚSICA

15 abril 2007

Ópera para niños


Georgina García-Mauriño es ilustradora y escritora, y siente un gran interés por la ópera y los niños. Estas aficiones le han llevado a desarrollar un interesante trabajo en el campo de la introducción a la ópera para los más pequeños. Así se puede comprobar en su colección de disco-cuentos Cuéntame una ópera y en sus páginas web, tanto en la sección de ópera de su web personal como en Cuéntame una ópera. Esta web tiene varias óperas presentadas como cuentos, con las preciosas ilustraciones de Georgina y fragmentos musicales para escuchar al tiempo que se sigue la historia... aderezadas con juegos y actividades. Presenta las óperas como cuentos organizados por edades, desde cuatro años (Orfeo y Eurídice, La flauta mágica, El regreso de Ulises), primeros lectores (Turandot, El rapto del serrallo, Las bodas de Fígaro...) y para mayores de 9 años (Lohengrin, La Traviata, Don Giovanni...).

La colección sigue ampliándose, y está disponible a través de la web, de lo que nos informa la propia Georgina en el comentario que podéis leer más abajo.


SÍ A LA MÚSICA

13 abril 2007

Gluck y su espíritu



Comentarios y entradas vuelven a encontrarse, y una cosa lleva a la otra... hace unos días recordaba yo a los castrati y hoy menciona Antonio en un comentario, un poco más abajo, a Gluck... Mientras escuchamos el ballo de Orfeo y Euridice que tan buenos recuerdos le traen, podéis leer algunas curiosidades sobre este importantísimo compositor (volveremos a ver caras de escepticismo: ¿importante?, profe, ese sí que no me suena de nada).

Cristoph Willibald Gluck. Danza de los espíritus
bendecidos
de Orfeo y Euridice.

Aunque así os lo pueda parecer, Gluck no es importantísimo por haber sido profesor de música de Maria Antonieta, la que fue reina de Francia durante el estallido de la Revolución Francesa, o por haber protagonizado en París la famosa querella de los bufones entre los partidarios de la ópera francesa (cuya defensa apoyó decididamente) y los de la italiana (con Rousseau como cabeza visible); su importancia está forjada en una soterrada labor renovadora cuya huella es visible no sólo en sus magníficas obras, desgraciadamente desconocidas en su mayoría para el gran público porque no abundan sus grabaciones ni se prodigan en las temporadas de ópera, sino también en las de los mejores compositores operísticos contemporáneos (Mozart) y posteriores (Berlioz, Wagner).

Cuando los castrati dominaban el mundo de la ópera, había una serie de convenciones que el público esperaba, los cantantes regalaban a manos llenas y los compositores se veían obligados a cumplir. La voz y su exhibición virtuosística eran a la ópera más o menos lo que ahora los efectos especiales al cine: una auténtica necesidad. Este ansia de demostraciones estaba asfixiando a la ópera, convirtiéndola en un espectáculo vacío y acartonado, falto de buen gusto y de sustancia, en el que la música y el texto habían perdido todo el protagonismo y la teatralidad sólo habitaba en el exhibicionismo más superficial... algunos compositores que no querían doblegarse a la dictadura impuesta por el público y los cantantes empezaron a sentir que los cambios eran imprescindibles. Gluck encabezó esta reforma, e hizo numerosas aportaciones. Lo primero, quiso devolver al texto su papel esencial y a la música su original función: proporcionar la expresividad y la emoción, estar al servicio de la trama y del texto. Renunció por entero al exhibicionismo y a los tan trillados convencionalismos del aria da capo y de los cantantes, especialmente los castrati... aunque curiosamente la partitura que ha perdurado en la memoria del público es un aria da capo que además originalmente fue compuesta para un castrato...

Orfeo ed Euridice. Che farò senza Euridice, interpretada por Teresa Berganza.

Che farò senza Euridice?
Dove andrò senza il mio ben?
Che farò? Dove andrò?
Che farò senza il mio ben?
Dove andrò senza il mio ben?
Euridice!... Euridice!
Oh Dio! Rispondi! Rispondi!
lo son pure il tuo fedele.
Che farò...
Euridice... Euridice!
Ah! non m'avanza
Più soccorso, più speranza,
Né dal mondo, né dal ciel!
Che farò senza Euridice?...

¿Qué puedo hacer sin Eurídice?
¿A dónde ir sin mi amor?
¿Qué puedo hacer? ¿A dónde ir?
¿Qué puedo hacer sin mi amor?
¿A dónde ir sin mi amor?
¡Eurídice! ¡Eurídice!
¡Oh dios! ¡Contéstame! ¡Contéstame!
Pues yo soy tu fiel esposo.
¿Qué puedo hacer...
¡Eurídice! ¡Eurídice!
¡Ah! ¡No recibo
ya socorro ni esperanza
de la tierra ni del cielo!
¿Qué puedo hacer sin Eurídice?...


... y posteriormente adaptada para tenor, en su versión francesa para ser estrenada en la ópera de París.

Orphee Et Euridice. J'ai perdu mon Euridice, interpretada por Juan Diego Flórez.

J'ai perdu mon Eurydice,
Rien n'égale mon malheur;
Sort cruel! quelle rigueur!
Rien n'égale mon malheur!
Je succombe à ma douleur!
Eurydice, Eurydice,
Réponds, quel supplice!
Réponds-moi!
C'est ton époux fidèle;
Entends ma voix qui t'appelle.

J'ai perdu mon Eurydice, etc

Eurydice, Eurydice!
Mortel silence! Vaine espérance!
Quelle souffrance!
Quel tourment déchire mon cur!

J'ai perdu mon Eurydice, etc

He perdido a mi Eurídice,
nada iguala mi desgracia;
¡Cruel destino! ¡Qué fatal severidad!
Nada iguala mi desgracia;
¡No puedo soportar mi dolor!
Eurídice, Eurídice
responde, ¡qué suplicio!
¡Respóndeme!
Soy tu fiel esposo;
escuchas mi voz que te llama.

He perdido a mi Eurídice, etc.

¡Eurídice! ¡Eurídice!
¡Silencio mortal! ¡Vana esperanza!
¡Qué sufrimiento!
¡Qué tormento desgarra mi corazón!

He perdido a mi Eurídice, etc.


El resto de sus aportaciones son de carácter más técnico y por tanto menos evidentes, pero de una indudable modernidad: separa los papeles de violas y violonchelos, otorga a los instrumentos de viento madera mayor protagonismo dotándoles de una voz propia e incorporando los clarinetes a la orquesta, e incluso incorpora sorprendentes efectos con instrumentos de viento metal como los trombones de Divinités du Styx de su ópera Alceste. Escribe con total conocimiento técnico sus orquestaciones, con lo que enriquece el timbre de la ópera, que a partir de él no será nunca más una enrevesada melodía llena de artificio sustentada sobre un endeble armazón orquestal.


Los textos y las traducciones son de Kareol.

SÍ A LA MÚSICA

03 abril 2007

Contratenores y castrati

Mientras me daba un paseo por youtube en busca de materiales para clase, leí un comentario (el de bunnycatch3r) que me trajo a la memoria una anécdota que me sucedió hace unos cuantos cursos. Dos alumnas que acababan de regresar de un intercambio en Francia me abordaron por el pasillo para decirme, emocionadas: "¡Vimos un castrato cantando en las calles de París!"

Cuando sale en clase el tema de los castrati, los chavales que nunca han oído hablar de ello se sorprenden sobremanera. Algunos no lo entienden, y tiene su gracia ver cómo los conocedores del asunto se lanzan a explicarlo con enorme expresividad acompañada de enérgicos gestos a sus compañeros... que con no menos exageración se espantan y horrorizan haciendo grandes gestos de dolor... especialmente los chicos. Creo que es tal la conmoción que sufren al conocer esta práctica que, por mucho que yo trate de poner las cosas en su sitio y subraye la importancia de no confundir con los contratenores, no terminan de asimilar, y luego pasa lo que pasa...

Parece ser que ambas voces, igualmente artificiosas aunque bien distintas en su modo de producirse, tienen un origen común: la prohibición a las mujeres para formar parte de algunos coros. En los lugares en los que la castración de niños antes de la adolescencia no estaba bien vista, se recurrió a la técnica del falsete para lograr voces agudas en ausencia de mujeres, dando lugar a una importante escuela de contratenores, que pueden ser, al igual que las voces femeninas, sopranos, contraltos o mezzosopranos.

Aunque sus orígenes estén ligados a la música coral religiosa, pronto la ópera, espectáculo favorito del siglo XVIII, adoptó a los castrati como sus voces preferidas en su afán por mostrar lo extraño, lo diferente, lo exótico, lo artificial, lo sorprendente... Como hace ya varios años del revuelo que causó el estreno de la película Farinelli, sobre el famoso castrato Carlo Broschi, para el gran público vuelve a ser casi desconocida la historia de aquellos legendarios cantantes de ópera barrocos para los que se escribían los mejores papeles protagonistas y que eran aclamados por toda Europa.


Hoy no existe ningún castrato... afortunadamente. No podemos saber cómo sonaban ya que tan sólo se conservan algunas grabaciones del último de esta estirpe, Alessandro Moreschi, que escuchamos con curiosidad y que debido a lo precario de la tecnología de los primeros años del siglo XX y a que este cantante, a juzgar por lo que se oye, no tenía ni muy buenas cualidades ni muy buena escuela, esta escucha es, cuanto menos, decepcionante...



La voz de la película Farinelli fue conseguida grabando dos voces diferentes, la de la soprano Ewa Mallas Godlewska y la del contratenor Derek Lee Ragin, y mezclándolas en un estudio de grabación utilizando las más modernas técnicas -de los años 90- para conseguir la homogeneidad necesaria para que parecieran de la misma persona. He aquí una muestra: se trata del aria de Rinaldo Lascia chio pianga, de Händel.


La voz de los contratenores es muy distinta de las voces de hombre y de las de mujer. He presenciado cómo sorprende enormemente a la gente que no está muy habituada a escucharla, y he de confesar mi debilidad por este artificioso timbre: si he de elegir entre una contralto y un contratenor para cualquiera de las arias de oratorios y pasiones barrocas, me quedaré con el contratenor. Os propongo la misma aria, Erbarme dich, de la Pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach, en versión masculina y femenina, para que opinéis...





Y no puedo evitar hacer una pequeña incursión a la música disco... durante los años 70 y los primeros 80 se popularizaron enormemente algunos grupos cuyos cantantes solistas utilizaban sistemáticamente el falsete: os dejo aquí una muestra de que nada tienen que ver los castrati con estos melenudos cantantes de pelo en pecho que, si han sido despojados de sus atributos masculinos, desde luego no ha sido antes de la pubertad, como necesariamente ha de ser en el caso de los castrati...


SÍ A LA MÚSICA

17 marzo 2007

Macbeth

Castillo de Eilean Donen, Escocia. Fotografía de Extra Medium

Verdi siempre se sintió atraido, y con razón, por el teatro de Shakespeare. Dicen que una de las mayores frustraciones de su vida como compositor fue no componer una ópera sobre El rey Lear. Aunque puso música también a Otello y a Falstaff, Macbeth fue su primer acercamiento al genial dramaturgo y poeta inglés.

Macbeth fue compuesta en 1847 y revisada en 1865 para su estreno en París: le añadió cinco números, algunos especialmente meritorios como el aria La luce langue, y otros para agradar al público parisino, que como sabéis era tremendamente aficionado a la danza. La obra que habitualmente se representa es una mezcla de las dos versiones. Como siempre, y dado que era hombre de teatro, cuidó al máximo la puesta en escena y dejó minuciosas anotaciones sobre la expresión en la partitura.

Gracias a una carta que escribió cuando se estaba preparando la representación en Nápoles conocemos con detalle cómo concebía a Lady Macbeth, uno de sus personajes femeninos más imponentes, y al mismo tiempo bastante alejado de sus habituales heroínas. Lady Macbeth iba a ser interpretada por una de las cantantes italianas más aclamadas de la época, Eugenia Tadolini. La carta dice textualmente:

La Tadolini posee cualidades demasiado grandes para interpretar el papel. Quizás esto parezca un absurdo. La Tadolini tiene una hermosa figura y un aire de bondad, y yo quiero una lady Macbeth fea y mala. La Tadolini canta a la perfección y yo quiero una lady que no cante en absoluto. La Tadolini tiene una voz excelente, clara, límpida, potente, y yo quiero una lady con la voz áspera, sofocada, sombría. La voz de la Tadolini tiene algo angélico; la voz de lady Macbeth debería tener algo diabólico.
La soprano que estrenó Macbeth, Marianna Barbieri-Nini, era una mujer singularmente fea con una voz espléndida y grandes dotes interpretativas. Ella también nos ha dejado por escrito sus impresiones al trabajar en este estreno, y nos cuenta cómo preparó la escena culminante, la del sonambulismo:
Costará trabajo creerlo, pero la escena del sonambulismo significó para mí tres meses de estudio; durante tres meses busqué la manera de imitar, mañana y tarde, a los que hablan durmiendo, articulando palabras sin mover los labios (como decía Verdi), manteniendo inmóvil el rostro.


La historia es muy del gusto romántico, aunque Shakespeare no era especialmente apreciado en Italia y esta obra nunca se había representado allí. Durante los ensayos para su estreno, Verdi se convirtió en un auténtico tirano, haciendo que uno de los dúos, Fatal mia donna, fuera ensayado ¡151 veces!... No descartó nunca ninguna novedad escénica, y en esta obra recurrió por primera vez a la utilización de la linterna mágica, antecedente del cinematógrafo.

Se va a representar en el Teatro Circo de Albacete el próximo lunes 26 de marzo, y quedan entradas... no os perdáis esta historia de brujas proféticas, ambición sin límites, truculentos asesinatos y remordimientos espantosos en un ambiente escocés y espectral.


La luce langue está interpretada por Maria Callas
Una macchia... è qui tuttora!, por Mara Zampieri
Fatal mia donna, por Ghena Dimitrova y Piero Cappucilli

14 marzo 2007

Ópera, siempre



Un blog muy entretenido para aficionados a la ópera es Ópera, siempre. Además de noticias de actualidad sobre el mundo de la ópera, tiene varios apartados curiosos y muy participativos, a modo de encuestas y concursos, para que sus lectores escojan su versión favorita de un aria, descubran el nombre de un cantante por su voz o cuenten las experiencias operísticas más relevantes que han vivido. Incluye enlaces a las webs de un montón de teatros de ópera de todo el mundo, y sus entradas están minuciosamente clasificadas y se pueden encontrar con facilidad por el título de la ópera o el nombre de los intépretes... Un acercamiento interesante para los amantes de la ópera o para los que se quieran aficionar.

18 febrero 2007

400 años de Ópera

Teatro de Taormina. Fotografía de Israel Hurtado.

Hace algunos años pregunté en un examen que "cuál era el objetivo que perseguían los miembros de la Camerata Fiorentina cuando se reunían en el palacio del Conde Bardi, allá por los años finales del siglo XVI, en Florencia". Y un alumno me respondió que "trataban de reparar el teatro griego, porque estaba en ruinas". Tras un momento de perplejidad, fui a consultar los apuntes para averiguar de dónde había salido tan peregrina idea, y, claro, eran un poco ambiguos... porque decían que aquel grupo de artistas e intelectuales italianos quería restaurar el antiguo teatro griego.

Este grupo de artistas e intelectuales pensaba que la música y el arte habían llegado a un punto de decadencia tan grande que había que hacer algo para reconducirlos. Y en sus tertulias, a las que además de los habituales (Rinuccini, Peri, Strozzi, Cavalieri, Mei -uno de los primeros eruditos y estudiosos de la Grecia Antigua- y Vincenzo Galilei -padre de Galileo-) solían asistir numerosas personalidades del arte y la cultura de la Florencia renacentista, se concibió uno de los espectáculos más completos, complejos y fecundos de la cultura occidental. Ellos pensaban que la polifonía, tan de moda en esta época, hacía que no se pudiera comprender el texto, que en realidad ponían por encima de la música; así que, tratando de imaginar la música que creían que se interpretaba en las antiguas obras de teatro griegas, inventaron un estilo musical recitado sobre un ligero acompañamiento de acordes, apto para contar historias representadas.

El término ópera, en realidad, fue acuñado varias décadas más tarde. El producto de todos estos estudios, discusiones e hipótesis comenzó a brotar... primero, en 1582, el Lamento de Ugolino, de Vincenzo Galilei, desgraciadamente desaparecido; después, en 1598, la también desaparecida Dafne, de Peri y Rinuccini, y en 1600 la Euridice de Peri, Caccini y Rinuccini, primera ópera conservada. Esta obra se estrenó como parte de las celebraciones de las bodas entre Maria de Medici y Enrique IV, y a su estreno asistieron, entre otros muchos invitados, el duque de Mantua, Vincezo Gonzaga, y el compositor Claudio Monteverdi.

Jacopo Peri. Euridice. Nel pur ardor




Durante la celebración de los carnavales de Mantua, el 24 de febrero de 1607, va a hacer ahora 400 años, se estrenó Orfeo, con texto de Striggio y música de Monteverdi, que la escribió por encargo del duque. Esta primera ópera importante de la historia narra el mito de Orfeo, que el mismo día de su boda pierde a su mujer, muerta a causa de la mordedura de una serpiente. No duda en viajar hasta el Hades, morada de los muertos, donde gracias a su maravillosa voz y a sus grandes dotes musicales convence a los dioses de que tiene que sacar de allí a su amada Eurídice. El final no respeta el mito, y en lugar de concluir cuando vuelve a perder a su amada por no poder cumplir el requisito de no girarse para mirarla, Apolo le perdona y deja que sean felices para siempre.

Orfeo es una obra muy moderna para la época, y sienta las bases de lo que será la ópera barroca. Tiene una cuidada instrumentación, que reúne una cantidad de instrumentos bastante inusual para la época, y exige que algunos pasajes sean interpretados por un instrumento determinado... lo que ahora nos parece evidente, pero que era una absoluta novedad. En esta preciosa ilustración se ve cuál es la orquesta ideada por Monteverdi para su obra: en ella conviven instrumentos renacentistas, que están a punto de pasar a la historia, con algunos de los que van a asumir todo el protagonismo durante la época barroca.



En este cuatrocientos aniversario del estreno de esta magnífica obra, quisiera subrayar que aquella tertulia artística de Florencia es una de las pocas veces que en la historia del arte se han reunido expertos para inventar (o reinventar, que era este su deseo) algo... y ha tenido verdadera trascendencia y continuidad. Es un espectáculo, como quería Wagner, total, que suma todas las artes (música, literatura, danza, pintura, escultura, arquitectura) en una sola obra. Y que ha producido, con muchas variantes y estilos diferentes, grandes obras, sin perder vigencia ni público durante todos estos siglos. La ópera está hoy tan viva como entonces, y esperemos que siga así, por lo menos, durante cuatrocientos años más.

Hace cuatrocientos años, sonó esta Toccata en Mantua... escuchemos hoy la misma música, tan maravillosa como suponemos que fue entonces, en la versión de Jordi Savall dirigiendo a la Capella Reial de Catalunya.


02 febrero 2007

La ópera de tres centavos

Los próximos días 6 y 7 de Febrero, martes y miércoles, se va a representar en el Teatro Circo la Ópera de tres centavos, de Kurt Weill sobre textos de Bertolt Brecht. Está basada en la ópera balada La ópera del mendigo, del inglés John Gay, que fue ideada como parodia y sátira de la corrupción en la sociedad inglesa del siglo XVIII. Igual que la obra de Gay fue rupturista e innovadora, la de Weill no lo es menos: se estrenó en Berlín en el año 1928, fijáos qué momento, y a base de personajes marginales, argumento fragmentado, música con
influencias del jazz y el music hall, escenografía casi inexistente... pretende que el público no se implique emocionalmente sino que sea capaz de reflexionar y sacar sus propias conclusiones... algo absolutamente impensable en la ópera al uso. Fue prohibida por los nazis (lo cual ya la hace sospechosa de ser interesante) porque consideraron que estaba hecha por degenerados y algunos de sus números han sido reinterpretados por los más diversos músicos en todos los estilos, desde Louis Armstrong hasta Ute Lemperer, pasando por Frank Sinatra y The Doors. Como tengo serias dificultades para elegir, os pongo dos versiones de la conocidísima Balada de Mack el Navaja: decidid vosotros cuál os gusta más.

Ute Lemperer. DIE MORITAT VON MACKIE MESSER




DIE MORITAT VON MACKIE MESSER

Und der Haifisch, der hat Zähne
Und die trägt er im Gesicht
Und Macheath, der hat ein Messer
Doch das Messer sieht man nicht.

Und es sind des Haifischs Flossen
Rot, wenn dieser Blut vergießt
Mackie Messer trägt 'nen Handschuh
Drauf man keine Untat liest.

An der Themse grünem Wasser
Fallen plötzlich Leute um
Es ist weder Pest noch Cholera
Doch es heißt: Mackie geht um.

An'nem schönen blauen Sonntag
Liegt ein toter Mann am Strand
Und ein Mensch geht um die Ecke
Den man Mackie Messer nennt.

Und Schmul Meier bleibt verschwunden
Und so mancher reiche Mann
Und sein Geld hat Mackie Messer
Dem man nichts beweisen kann.

Jenny Towler ward gefunden
Mit 'nem Messer in der Brust
Und am Kai geht Mackie Messer
Der von allem nichts gewußt.

Wo ist Alfons gleich, der Fuhrherr?
Kommt er je ans Sonnenlicht?
Wer es immer wissen könnte
Mackie Messer weiß es nicht.

Und das große Feuer in Soho
Sieben Kinder und ein Greis
In der Menge Mackie Messer, den
Man nichts fragt, und der nichts weiß.

Und die minderjähr'ge Witwe
Deren Namen jeder weiß
Wachte auf und war geschändet
Mackie welches war dein Preis?


LA COPLA DE MACKIE NAVAJA

Y el tiburón, que tiene dientes
Y los lleva en plena cara
Y Macheath, que tiene una navaja
Aunque la navaja no se ve.

Y son las aletas del tiburón
Rojas, cuando éste derrama sangre
Mackie Navaja lleva un guante
En el que no se lee crimen alguno.

Al agua verde del Támesis
Caen personas de repente
No es peste ni cólera
Pero eso significa que Mackie anda cerca.

Un hermoso sábado azul
Yace un hombre muerto en la playa
Y alguien gira por la esquina
A quien llaman Mackie Navaja.

Y Schmul Meier sigue desaparecido
Y algunos otros hombres ricos
Y su dinero lo tiene Mackie Navaja
A quien nada pueden achacar.

Jenny Towler fue encontrada
Con una navaja en el pecho
Y por el muelle anda Mackie Navaja
Que por nada de todo ello es conocido.

¿Dónde está ahora Alfons, el transportista?
¿Sale alguna vez a la luz del sol?
Quien siempre podría saberlo
Macke Navaja no lo sabe.

Y el gran incendio en Soho
Siete niños y un anciano
En la multitud Mackie Navaja, a quien
Nada le preguntan, y que nada sabe.

Y la viuda menor de edad
Cuyo nombre todos saben
Se despertó y fue deshonrada
Mackie ¿cuál fue tu recompensa?

Esta vez hay dos representaciones (¡qué lujo tan inusual!), por lo que aún quedan entradas... para terminar de convenceros, leed las palabras de Lotte Lenya, la mujer de Kurt Weill (que interpretó en el estreno de 1928 el papel de Jenny, la prostituta): "La ópera de los tres centavos seguirá vigente durante mucho tiempo porque trata acerca de la corrupción y la pobreza. La corrupción, sabemos, tiene un gran futuro y, el Señor sabe, ¡vaya un pasado!”.


http://www.revistaaxolotl.com.ar/vvocce05.htm

La traducción es de Luis Domínguez

14 enero 2007

Los cuentos de Hoffman

El próximo 29 de Enero, lunes, se representará en el Teatro Circo la ópera Los cuentos de Hoffman, de Jacques Offenbach.

Esta ópera está basada en varios de los relatos del poeta alemán E.T.A. Hoffman. No sé si conocéis la anécdota del nombre de este escritor: en realidad se llamaba Ernst Theodor Wilhelm, es decir, E.T.W., pero su admiración por Mozart le llevó a cambiar su tercer nombre por el de Amadeus. Hoffman es también un personaje de la historia que, como su título indica, presenta varios de los cuentos de este autor enlazados entre si merced a la narración que el poeta hace de algunos de sus amoríos.

Esta ópera fue la última que escribió su autor, es más, ni siquiera pudo llegar a terminarla. Así, son varias las versiones que de ella se han puesto en escena: con recitativos o con diálogos hablados, cambiando el orden de sus actos...

Quedan pocas, no, poquísimas entradas: creo que es la primera vez que se representa en Albacete. Así que...

Escuchad el principio del Cuarto Acto (o Tercero, depende de la versión): el famosísimo dúo de mezzosopranos Belle nuit, ô nuit d'amour", en versión de concierto interpretado por la mezzo sueca Anne Sofie von Otter




(A Venise. Galerie de fête dans un palais donnant sur le grand canal. Eau praticable au fond pour les gondoles. Balustrade, escaliers, colonnes lampadaires, lustres, coussins, fleurs. Portes latérales sur le premier plan plus loin de larges portes ou arcades en pans coupés, conduisant á d'autres galeries. Les hôtes de Giulietta sont groupés debout ou étendus sur des coussins. Tableau brillant et animé.)

NICKLAUSSE

Belle nuit, ô nuit d'amour,
souris à nos ivresses,
nuit plus douce que le jour,
ô belle nuit d'amour!

GIULIETTA, NICKLAUSSE

Le temps fuit
et sans retour emporte nos tendresses!
Loin de cet heureux séjour,
le temps fuit sans retour.
Zéphyrs embrasés,
versez-nous vos caresses;
zéphyrs embrasés,
versez-nous vos baisers,
Ah!
Belle nuit, ô nuit d'amour,
souris à nos ivresses,
nuit plus douce que le jour,
ô belle nuit d'amour!


LES INVITÉS

Ah!

GIULIETTA, NICKLAUSSE

Ah! Ah!

(Giulietta et Nicklausse entrent en scène,
venant lentement de la galerie du fond.)

(En Venecia. Galería de baile en un palacio del Gran Canal. Escalinatas,
columnas, faroles, arañas, sillones, flores. Puertas laterales en primer
plano, más lejos puertas anchas o arcadas en paneles, que conducen
a otras galerías. Los huéspedes de Julieta están agrupados de pie o
tendidos sobre almohadones. Cuadro brillante y animado)

NICKLAUSSE

¡Bella noche, oh, noche de amor!
Sonríe a nuestra embriaguez,
noche más dulce que el día.
¡Oh, bella noche de amor!


JULIETA, NICKLAUSSE

¡El tiempo huye sin cesar
y se lleva nuestras ternuras!
Lejos de esta feliz morada,
el tiempo huye sin cesar.
Céfiros ardientes,
dadnos vuestras caricias.
Céfiros ardientes,
dadnos vuestros besos.
¡Ah!
¡Bella noche, oh, noche de amor!
Sonríe a nuestra embriaguez,
noche más dulce que el día.
¡Oh, bella noche de amor!

INVITADOS

Ah!

JULIETA, NICKLAUSSE

¡Ah! ¡Ah!

(Lentamente Julieta y Nicklausse
vienen de la galería del fondo.)


El texto y la traducción son de Kareol