01 noviembre 2008

La viola, las violas

Preludio: Jesús Galera, que enriquece este blog con su incansable interés y curiosidad, me pidió hace algún tiempo que escribiera algo sobre el instrumento de su hija, la viola. Así, comencé a escribir esta entrada que quedó en modo borrador hasta hoy,  que he conseguido rematarla. Espero con esto animar a padre e hija a seguir adelante con este bello y difícil instrumento, y por supuesto a seguir haciendo jugosos comentarios y propuestas que nos ayuden a alimentar este rincón musical.

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F holes! Fotografía original de Christian Metts

Como tantos y tantos anónimos hermanos de las grandes personalidades de las ciencias, las artes o la vida pública, la viola ha crecido a la sombra del violín. Los grandes compositores han escrito sus más bellos conciertos para él, los mejores intérpretes se han enredado entre sus cuerdas, el público se ha enamorado de su brillo, de su riqueza, de su personalidad. Y la viola siempre ha estado ahí, en un discreto segundo plano. Es un instrumento en el que no nos fijamos, y al que, si vemos solo, posible y tristemente confundiremos con su hermano porque, se parecen tanto...



Viola and violin. Fotografía original de FeistyEily

Pero si no nos dejamos engañar por las apariencias, veremos que a los hermanos tímidos pero constantes, sensibles e inteligentes también hay que escucharlos, aunque no tengan tanto carisma como el famoso. Porque, si la viola no fuera un instrumento de primera, no creo que ningún compositor, y menos tan excepcional como Brahms, le hubiera dedicado esta música maravillosa:

Sonata para viola y piano Op. 120 nº 1. Allegro, en la interpretación de Pinchas Zukerman (viola) y Daniel Baremboim (piano).


Si nos remontamos un poco en la historia, observaremos que la viola, en realidad, no es sólo este instrumento usual en la orquesta y en las agrupaciones camerísticas, perteneciente a la familia del violín. Con el mismo nombre encontramos otros instrumentos de cuerda frotada que han ido existiendo desde la Edad Media a nuestros días, algunos bien curiosos e interesantes. Aquí tenéis a algunos ilustres miembros de esta variada familia... no sé si existirá otra con nombres tan sugerentes:

Viola di bordone (también llamada baryton) que tiene además de sus visibles cuerdas delanteras que han de ser frotadas, cuerdas traseras que se tocan punteadas.



Para suerte de este instrumento, el príncipe Esterhazy, patrón de Haydn, tenía especial devoción por él, con lo que su ilustre maestro de capilla le compuso algunas obras de singular belleza, como este Adagio del trío nº 114.



Viola da gamba, de la que os hablé hace algún tiempo, con innumerables tamaños y formas, un instrumento que reinó durante mucho tiempo y cuya característica principal es que se toca apoyada en las piernas, como su italiano nombre indica.



Viola da braccio, probable precursora de las actuales violas... y demás familia.



Viola de amor, un instrumento fascinante aunque no muy conocido que tiene la particularidad de utilizar el fenómeno acústico conocido como "simpatía", por el cual las cuerdas interiores, imposibles de tañer con el arco por su ubicación, se ponen en vibración cuando suenan determinadas frecuencias en las otras cuerdas, como si estuvieran enamoradas. Vivaldi le dedicó algunas páginas memorables.


Viola bastarda, un pequeño bajo de viola de gamba que Praetorius, autor de uno de los primeros tratados de organología conservados, catalogó como tenor. Esta es la imagen de este instrumento que aparece en su obra.


... y su reconstrucción por el luthier Marco Ternovec, que en su página web nos ofrece además de esta imagen, el sonido del instrumento.


Viola pomposa, de cinco cuerdas. Su diseño fue atribuido erróneamente a Bach y tuvo una vida muy breve por la dificultad que exigía a los instrumentistas. Ha sido reconstruida por Dmitry Badiarov.


He encontrado esta curiosidad en youtube, que me ha llevado hasta la página del constructor David Rivius, que ha rediseñado de un modo realmente atrevido algunos de estos instrumentos de cuerda para facilitar su manejo.



Viola de rueda, un instrumento cuya abundancia de denominaciones (vihuela de rueda, vihuela de ciego, rabel de rueda, gaita de rueda, zarrabete, música ratonera, sinfonía, cifonía, zanfona, zanfía, zanfoña, zampoña... y el inglés hurdy-gurdy) muestra lo extendido que está y la notable importancia que ha alcanzado a lo largo de su azarosa vida que se extiende desde la Edad Media hasta la actualidad.



Desde el siglo XVIII se aplica el nombre de viola al instrumento que tiene el registro de tenor en la familia del violín y que se afina una quinta por debajo de éste, y cuyas medidas y proporciones han sido objeto de polémica ya que, según algunos, el tamaño de su caja de resonancia es menor de lo que se requeriría para facilitar su manejo, por lo que su sonoridad es poco brillante. Esta cuestión es subjetiva, y por tanto, completamente discutible. Pero de lo que no cabe duda es de que su enorme poder expresivo la ha hecho un instrumento imprescindible en la agrupación camerística más importante de la historia, el cuarteto de cuerdas, y si carece de la abundancia de literatura que tienen los reyes piano y violín, las páginas creadas para ella por Richard Strauss, Béla Bartók, Beethoven, Hindemith, Brahms, Stamitz, Reger y tantos y tantos otros compositores la ponen donde merece: en el lugar destinado a la Música inolvidable y perdurable.

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Coda: para demostrar que, a pesar de la rivalidad, estos instrumentos se quieren como hermanos y están condenados a entenderse, la Sinfonía Concertante para violín y viola -o para viola y violín- K 364 de Wolfgang Amadeus Mozart, interpretada por David Grimal (violín), Lise Berthaud (viola) y la orquesta de cámara Les Dissonances.



10 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Marian:
!no sabía que eras seguidora de mi blog! gracias dobles, así conozco tus espacios.
Te incluiré en los enlaces para visitarte a menudo.

Un saludo

Santiago dijo...

Hola Marian,
Como siempre, un gusto leerte.
Como flautista aficionado, me encantaría que investigaras la historia de la grabación de las 4 estaciones por James Galway. A mí me contaron en su día que fue un reto del propio Galway, una apuesta, sobre la agilidad de la flauta como instrumento frente al violín. Es una delicia.

Manuel dijo...

Hola Marian:
La calidad de este artículo, tanto del texto como del multimedia, es excelente. Muchas gracias por compartirlo con todos.
Un saludo:

Marian dijo...

Hola, Lola, un gusto conocerte y saludarte... siempre serás bienvenida.

Santiago, acepto la propuesta aunque estoy segura de que sabes muchísimo más del asunto que yo. Pero me parece interesante escribir acerca de las transcripciones y en qué manera el timbre que se escoge para expresar una determinada idea musical puede influir en su significado... igual me voy del tema, pero algo saldrá.Y si no, escuchamos a Galway, que siempre es un placer. Un saludo.

Manuel, muchísimas gracias a ti por leer y escuchar, esta es tu casa.

Jesús Galera Peral dijo...

Bueno Marian, no sé como darte las gracias. El apunte es tan bueno que me siento un poco anonadado (en general como todos los demás). Ahora lo he leído sólo, pero cuando llegue mi hija lo leeremos y lo oiremos juntos, seguro que te deja un comentario. Muchas, muchas gracias por estos momentos de felicidad (perdón si suena cursi). Un saludo, Jesús.

Marian dijo...

No sabes lo que me alegra haberte hecho pasar un buen rato. ¡Hasta pronto!

Paulo dijo...

Também eu agradeço este artigo, Marian. Pela informação e pelas obras escolhidas. Gostei particularmente de conhecer melhor a viola di bordone.

Saludos.

Anónimo dijo...

Hola soy Julia, la hija de Jesús, toco la viola, te agradezco mucho que escribieras cosas sobre la viola.Había muchas violas que no conocía y que has puesto, y otras que conocía pero que nunca había oído, en definitiva muchísimas gracias.

Marian dijo...

Paulo, todos estos instrumentos no son demasiado frecuentes, aunque seguro que un melómano como tú los ha escuchado en alguna ocasión. La viola di bordone es una de esas curiosidades musicales: si Haydn no hubiera caído en Esterhaza probablemente no hubiera pasado a la historia... o quién sabe.

Gracias por tu visita, Julia. Tienes la suerte de tocar un instrumento precioso... disfrútalo, que seguro que así haces disfrutar a los que te escuchen. Un beso y mucha suerte.

Anónimo dijo...

Muy bueno el artículo. Me puse muy feliz al verlo, ya que es poco común leer y/o ver cosas sobre este adorable instrumento.

Yo también toco viola, estoy recién empezando pero con muchas ganas para avanzar muchísimo.

Muchísimas gracias denuevo por este artículo.
Un abrazo desde Valparaíso, Chile.
Marcela